Lebassi te da alguna clave.
A finales del pasado año circularon por las redes varias infografías relacionadas con la alimentación que manifestaban los graves problemas en los que desembocan los monocultivos agrícolas y las macroexplotaciones ganaderas.
Contenían una animación en la que una cadena de productos ultracongelados se comprometía a no trabajar con elementos que contuviesen aceite de palma. Este aceite se encuentra ya en todo tipo de productos, sobre todo en alimentos procesados. Las palmas cubren enormes extensiones que sustituyen el bosque del sudeste asiático en un proceso destructivo que pone en peligro más de un centenar de especies amenazadas, degrada el paisaje y es un ataque hacia los indígenas que les provoca abandonar sus tierras donde siempre han habitado.
Es por esto que se incita al consumidor a que cocine con ingredientes frescos. Una de las formas de mostrar descontento es dejar de depender de los alimentos procesados. Muchas franquicias de restauración apuestan ya por una mayor sostenibilidad en la alimentación. KFC, Taco Bell, Pizza Hut.
Se han arrasado ya una superficie de selva virgen equivalente a casi 7 000 000 de campos de fútbol para destinarlas a cultivos de palma.
Los negocios de restauración pueden ampliar sus márgenes de beneficio entablando relaciones comerciales con productores ecológicos locales, cada año aumenta en número. También se puede actuar directamente sobre los menús, potenciando los platos basados en ingredientes vegetales.
¿Por qué no hacer un modelo de negocio de restauración más responsable con el planeta?. ¿Por qué no hacer algo más que la media?.
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